En
la primavera de 2011 se emitió un programa para la televisión
nacional con el objetivo de realizar una serie de documentales sobre
“la nueva forma de vivir de los españoles” tras los recientes
acontecimientos relacionados con el cambio climático y las
consecuentes variaciones en la forma de vida de los habitantes de
nuestro país a raíz de dicho suceso. Así nació “Al aire libre”
en el que José María Maldonado se había hecho introducir una micro
cámara en la corteza cerebral que iba reproduciendo en tiempo real
todo lo que registraba su iris, como una mirada en primera persona de
todos los elementos a estudio. El reportaje que proyectamos hoy,
estuvo realizado en el invierno de ese mismo año. Esperamos que lo
disfruten.
documental-tv(screener).swf
Todos
los derechos reservados 2011 por EDICIONES SENDERS S.A. cualquier
copia, edición
o reducción,
corrección,
exhibición,
alquiler, intercambio o contrato, préstamo, difusión
o emisión
de exhibiciones públicas
de este DVD o de alguna parte del mismo sin autorización
expresa están
terminantemente prohibidos y la realización
de cualquiera de estas actividades haría
incurrir en responsabilidades legales y podrá
dar lugar a actuaciones penales.
Distribuido
por EDICIONES SENDERS S.A. carrer dels vapors nº 1 en SANT BOI DE
LLOBREGAT (BARCELONA)
Duración
aprox.: 41,32 minutos. Nº Expediente: 27051977 dep. leg. No
recomendada para menores de 16 años.
Buenos días señoras y señores
teleadictos a la realidad de la vida más real que nunca gracias a,
ya lo saben, la incalculable ayuda de la micro tecnología.
Hoy trataremos en profundidad el tema
¿Cómo viven los españoles de hoy?
Como consecuencia de los recientes
cambios en nuestro ecosistema. Me dirijo al barrio de les Corts en
Barcelona donde se agolpan las familias más pobres de la ciudad.
Como pueden observar la pobreza se
apodera de toda esta pobre gente que se ve obligada a tapar sus
inmundos cuerpos con abrigos de visón. En el último año la
superpoblación de visones por toda España ha dado como resultado
que los más pobres han comenzado a utilizar su inmunda piel en
oleadas para taparse. Ellos mismos confeccionan dichos ropajes, pero
no sólo hacen ropa con ellos, como vemos en esta casa de un mísero
profesor de universidad, tienen todo tapizado con dicho material y lo
podemos encontrar incluso en toallas, trapos y bolsas para almacenar
su inmundicia. Vamos a tratar de acercarnos a semejante elemento. Les
aseguro que no sé lo que puede pasar. Estos seres han demostrado ser
sumamente violentos y les confieso que temo por mi propia seguridad.
Pero ¿Qué le vamos a hacer? Éste es mi trabajo… voy allá. Está
jugueteando con uno de esos aparatejos para masas que podemos
encontrar tirados en cualquier mercadillo de la ciudad, esos malditos
ipod con los que intentan estar conectados al resto de la manada.
Espero que no me lo tire a la cara.
-Sr. Por favor.
-Yo no me llamo así.
Recibimiento hostil.
-Trabajo para la televisión pública
“Telepaco” y me gustaría hacerle unas preguntitas.
-¿Otro de esos?
-Cómo otro.
-Ya es el tercero que viene esta
semana. ¿Cómo dijo que se llamaba su canal?
-“Telepaco” soy del programa “Al
aire libre.”
-No tengo ni idea de nada de eso,
nosotros, sólo podemos ver canales por satélite.
-Bueno ¿Puedo hacerle unas preguntas o
no?
-Sí, pero rapidito que tengo que darme
un baño en el yacusi.
-¿Cómo puede soportar vivir así?
-Y qué quiere ¿Usted sabe lo que
cobra un profesor de universidad?
-Pero es que… ¿A quién se le
ocurre?
-No claro ¡cómo si hubiera podido
elegir! Vosotros los periodistas lo veis todo tan fácil. La cultura
es lo único que nos ha quedado a los pobres como divertimento. Y de
algo hay que vivir.
-Es verdad. Veo que tiene un diamante
incrustado en la pared. A qué se debe.
-¿A qué se debe? Hace dos meses se me
rompió la pared de cartón y como no tenía nada más a mano tuve
que meter ese pedrolo para evitar que este maldito calor se apoderara
de la casa.
-¡Pero en cambio llevan esos visones y
tiene aire acondicionado en todas las habitaciones!
-Encima con recochineo.
-No, no para nada.
-Entonces ¿Eso es todo?
-No, si me permite, no sé, me gustaría
que les contara a nuestros teleadictos cómo es su vida. No sé, sus
pasatiempos, su alimentación… que nos comente, en definitiva, qué
es ser pobre en estos tiempos en España.
-Pues; un asco.
Se mueve nerviosamente, creo que me voy
a apartar un poco, estos seres cuando se sienten en peligro siempre
atacan. Camina de un lado al otro de la habitación y no sé si se
han percatado de los ojos de loco con los que me mira.
-Le cuento, pero me tiene que prometer
que luego me dejará en paz.
-Se lo aseguro.
-Nuestra comida se compone básicamente
de caviar, champagne y todas esas guarrerías que podemos encontrar
en la calle o el campo. ¿Usted se cree que podemos ir al Corteinglés
a comprar chope o patatas o todas esas delicatessen que comen los
ricos?
-¿Y cómo hacen?
-Los domingos bajo con mi hijo al mar a
recoger todo el caviar y salmón para la semana. Nacen como setas en
esta época del año, ayer mismo me encontré una trufa negra en el
parque donde paseo con mi niña pequeña.
-¿Una trufa? ¡Qué asco!
-Ya, pero ¿Qué iba a hacer? Tenía el
tamaño de una cabeza humana. Y sé que nos podemos alimentar con esa
mierda casi un mes.
-Madre de Dios ¿Pero alguna solución
habrá?
-Sí claro. Pero eso tendría que
írselo a preguntar a los que mandan. A ver si se deciden a hacer
algo por nosotros. Sobre todo, intentar arreglar la biosfera que está
hecha un cristo gracias a los países que antes eran ricos.
-Pero eso es imposible porque los
africanos nunca lo permitirán.
-Claro. Y así estamos. Mientras ellos
tengan interés en que nos sigamos pudriendo vivos para seguir
manteniendo el poder del mundo…
-Se ha hablado mucho últimamente de
que todo esto que ha pasado ahora era un plan que habían comenzado
hace muchos años los africanos con ayuda de algunos países
asiáticos para que todo terminara así.
-No lo dude. Todo esto ha estado
orquestado. Miles de años permitiéndonos contaminar todo lo que nos
salía de las narices y pensando, seguir así, seguir así que ya
veréis cómo termina todo. Nosotros creyendo que les robábamos el
petróleo como idiotas y ahora qué. Das una patada a una piedra y te
llenas hasta las orejas de esa mierda negra que no hay forma de
limpiártela de ninguna de las maneras ¿Y ellos? Allí, tranquilitos
en sus chabolas de lujo y riéndose de todos nosotros apiñados como
ratas en enormes rascacielos.
-Se me pone la piel de gallina.
-¿Y qué hacemos nosotros? Pasearnos
todos los días en coche contaminando todavía más.
-Pero lo pueden dejar aparcado.
-¿Aparcado? Pero usted se hace la
menor idea de la cantidad de gasolina que tendríamos si no la
gastáramos. Nos llegaría a las rodillas en dos días.
-Es el pez que se muerde la cola.
-Diga mejor la anguila.
-No me haga vomitar.
-Pues eso.
-Muchas gracias por todo y espero que
todo esto se arregle pronto.
-Sí, seguro. Tenga cuidado al salir
que el mármol de la entrada está recién encerado.
-Sin palabras.
Estremecedoras imágenes. Ya lo han
visto señores teleadictos. Un problema de difícil solución. Qué
pena que no puedan oler a través de sus televisores el nauseabundo
hedor a NºI Imperial Majesti. Casi me hace vomitar varias veces.
Y ahora nos queda ver la otra cara de
la moneda. Bajamos a los barrios ricos, nos pasearemos por el Raval,
el Gótico y pediremos permiso para entrar en el barrio chino a ver
si los guardias de seguridad nos dejan acceder a alguno de los
mandatarios.
El calor es horrible en esta época del
año pero en esta zona de la ciudad los piojos atacan a sus
habitantes con tal virulencia que les permite mantener una
temperatura corporal constante durante todo el año.
Estamos llegando al Gótico, pueden
comprobar que el escenario ha cambiado por completo. Nos acercamos a
uno de los barrios más ricos de la actual Barcelona. Vivir aquí es
algo reservado sólo para los más prestigiados socialmente.
No se ve mucha gente por la calle y es
que no tienen necesidad de salir para nada. En sus casas tienen todo
lo que quieren. La diferencia con la gente pobre de los barrios de
Sarría por ejemplo no tiene nada que ver. Aquí tratamos con
comerciantes que han ganado todo su dinero a través del trabajo duro
y el sacrificio. Parece que por fin hemos encontrado a alguien. Tiene
que vivir por aquí, su aspecto desaliñado de última generación y
su extrema delgadez lo delatan.
-¡Señor!
-Ho.
-Hola señor. (Tenemos que recordar
para quien no lo sepa que este espécimen de ciudadano está siempre
tan cansado que muchos han optado por decir nada más que el
principio de las palabras para ahorrar energía, también emplean
numerosos gestos corporales con el mismo fin, que les iré explicando
según se sucedan para su mejor comprensión.)
-Soy de la televisión pública
“Telepaco” estoy haciendo un documental sobre la nueva forma de
vida de los españoles. (Mueve levemente la cabeza, eso es una
afirmación.)
¿Querría colaborar conmigo? (Eleva un
poco los hombros, eso quiere decir que no le importa)
-¿A qué se dedica?
-Fruta.
El mercado de la fruta es uno de los
más productivos con el cambio climático. Hoy en día cuesta
muchísimo encontrar terreno cultivable y los cuatro que lo poseen lo
explotan poco para no gastarlo con lo que hay muy poca fruta en el
mercado. Casi toda se encuentra por medio de conocidos o amigos a los
que se llega a pagar auténticas millonadas por el preciado manjar.
(Entrecierra un poco los ojos. No sabría muy bien como interpretar
eso.)
-¿A cuanto tiene la naranja hoy?
-¿Tie money?
-No, es sólo para que los teleadictos
se hagan una idea de lo que cuesta la fruta hoy en día.
-¡Ah! Mil.
-¿El kilo?
-¿Usté me ve cara toli? La unidá.
-Ya. ¿Y lo cultiva usté mismo?
-Cuando empezó to. Ahora mercadeo con
los af.
-¿Los af?
-Joé, los africanos. Ellos tien a
patás. Con esta mier de caló esta tierra so es buea pal petrol. Y
pa los bárbaros es toaía peó.
-¿Los alemanes?
-Esos so vivían de los cars así que…
-¿Qué es lo que da más dinero hoy en
día?
-La fru, el chope, to lo que es cerdo,
la leche, el pan, los huevos. To eso.
-¿Y quién lleva el negocio?
-To lo que es de cow es de los chinos.
-Leche, ternera, queso… (Ya lo han
visto, ha vuelto a mover la cabeza significativamente. De verdad que
conmueve el aplomo de esta especie.)
¿Y el cerdo?
-Tu padre.
-No. El animal.
-Los In.
-No lo sigo.
-Indios.
-¿En América?
-¡Qué América! Los que cantan.
-Ya.
-Los amerís llevan to lo que es
cartón.
-Y eso da dinero.
-Da. Aho tol mun quie su ca de cartón.
Es + cul.
-Sí, claro, donde esté una buena casa
de cartón que se quite lo demás. Pero no deja de extrañarme todo
el cambio de mentalidad y gustos que se ha producido tras el cambio
climático ¿A qué lo achaca usted?
-Tol mun quié lo + difícil.
-Ya. Sería como. Yo construyo mi casa
de cartón porque puedo. ¿Y el oro?
-No lo quié naie.
-Gracias. Y que siga todo así. Para
usted.
Se han podido fijar en el convulsivo
gesto de despedida. Cualquiera diría que estaba a punto de vomitar.
Todo un ejemplar de nuevo rico en este siglo cambiante y dispar. Su
argot, sus gestos, su aire despreocupado ante los recientes sucesos.
Eso es. ¿Cómo ha dicho él? Lo más cool. Y ahora, me gustaría
terminar el reportaje con el barrio más rico de la ciudad. El Raval.
No sabemos si nos será posible acceder hasta allí porque como todos
saben los chinos y árabes del barrio han hecho instalar una
alambrada que va del Paralelo a la Rambla que impide la entrada al
barrio residencial. Antes de comenzar a grabar había contactado con
uno de los encargados de la seguridad. Un andaluz un tanto arisco
pero al que finalmente pude convencer de que le trasmitiera mis
deseos a su jefe de hacerle una entrevista como uno de los hombres
más importantes del país.
Estoy a cien metros de la alambrada y
una veintena de vigilantes me acechan esperando la orden para
detenerme y pedirme el permiso para estar allí. Como no lo tengo lo
más probable es que me lleven a uno de los áticos para prisioneros
hasta que me deseque como una serpiente. Será mejor que haga algo
rápido.
-¿Raúl? ¿Raúl Fernández?
Al oír el nombre de su jefe todos se
han detenido al instante. Parece que eso me dará algo de tiempo para
parlamentar.
-Hablé con Raúl esta mañana. Soy de
la televisión pública. (Nadie se mueve. No sé qué pasa.)
-Ya le dije que lo tenía que consultar
con mi jefe.
-Por eso lo llamé esta mañana. Para
que tuviera tiempo de avisarlo.
-Él es un hombre muy ocupado. Tiene
que avisar con más de una semana de antelación. No he podido hablar
todavía con él.
De cerca parece aún más violento que
por teléfono. Mide casi dos metros. Es sin duda un espécimen de
última generación. De esos que crecen sin límites y desbordan
violencia irracional por cada poro de su piel. Pero no tengo tanto
miedo como antes porque ya he tratado con este tipo de ser y
normalmente se cansan pronto al costarles enormemente razonar. Es por
eso que se limitan a hacer lo que los demás les dicen sin pararse a
pensar si es lo que quieren o deben hacer.
-Vete a buscarlo.
-¿Cómo?
-Vete a buscarlo ahora y le dices que
le espero aquí.
-A mí no me da órdenes ni Dios. Mira
que te suelto mi ejército y te dejo pa cagar alfombras persas el
resto de tus días.
-Sí haces eso, cuando se entere tu
jefe te va a mandar conmigo y verás qué bien lo pasamos.
Está pensando. Esto puede llevarle
algunos minutos. Quiere cepillarme aquí mismo pero no sabe si mi
amenaza puede ser cierta y por eso terminará yendo a buscarlo. Ahora
sólo me queda rezar para que el otro dé su visto bueno. Sino soy
hombre muerto.
Todavía le queda un rato de reflexión
con lo que aprovecho para tomar algunos planos de la fortaleza en la
que se ha convertido el barrio. Antes nadie quería entrar aquí pero
como saben ya todo ha cambiado y ahora no hay forma de entrar. La
semana pasada unos compañeros vinieron a cubrir la noticia de que
había habido un ataque de cierto número de banqueros arruinados por
el desplome de la bolsa. Intentaron atacar al ejército de la ciudad
pero cómo no tenían la fuerza suficiente intentaron unirse a ellos
vendiéndoles la implantación de un nuevo mercado internacional en
el que ellos pondrían ahora las normas. Dicen que contestaron que ya
las imponían sin necesidad de burócratas arruinados detrás de
ellos y los terminaron echando a patadas a todos.
Creo que ya termina su reflexión. No
ha dicho nada pero se ha vuelto para adentro. No creo que tarde en
salir con la buena nueva. Ahí vuelve.
-Pase. Ha tenido suerte. Mi jefe es uno
de sus telespectadores más leales.
-Yo los prefiero llamar teleadictos.
-Eso. Siempre se me confunden las
palabras. Espérelo aquí que ahora viene.
Me encantan estos trastos que tienen
por todas partes, no sé muy bien de qué se trata pero son
diferentes, algo distinto ¿No creen? A fin de cuentas de eso trata
todo eso de tener dinero ¿no? De poder hacer cosas diferentes, tener
lo que nadie puede tener. Y en ese sentido este nuevo orden social ha
desarrollado variaciones en cuanto al anterior, creando todo un
entramado diferente. Para que se vayan percatando de cómo funciona
un poco todo esto les enfoco algunas de las pertenencias de estos
nuevos gurús del dinero en nuestro país. Figuras perfiladas en
cristal, paredes forradas de libros de diferentes formas y colores,
las puertas de plástico son impresionantes y se han fijado en esos
árboles del fondo, se alimentan con desechos orgánicos que genera
la ciudad. De hecho, dicen que los generan a propósito para poder
alimentar el bosque de los mandatarios del barrio. Aquí cultivan
todo tipo de fruta y verdura y estoy seguro que al fondo tienen el
ganado para alimentar a todo el barrio. Una organización basada en
la auto producción y el desarrollo coherente del enclave por el cual
se dispone el funcionamiento del barrio como si se tratara de un
micro país.
-Señor Maldonado. Es un orgullo
encontrarle a usté en mi humilde morada.
Cómo ven, lleva por única vestimenta
la toga oficial del gobierno y calza las famosas zapatillas de tela
Macquart.
-Encantado señor Iseo Bergamín.
-Llámeme Is. Es más cómodo.
-¿De dónde viene ese nombre?
-Es una larga historia. Creo que
perteneció a una tatarabuela mía.
-Querrá decir tatarabuelo.
-¡Ah no! Tatarabuela. Según oí de
pequeño fue una mujer muy importante en su tiempo. Pero muy
desgraciada. Parece que vivió en un país habitado por los celtas.
-Galicia.
-Será.
-Así que, de casta le viene al galgo.
-¿Cómo?
- Lo de ser alguien importante digo.
(No me ha oído, parece que habla con alguien de su corte.)
-¿Quiere café?
-¿Café?
-Sí, lo cultivamos aquí mismo. Luego
me lo preparan unos tipos que contraté. Unos colombianos que son
unas máquinas en todo lo que tiene que ver con las plantas.
-No le podría decir que no aunque
quisiera.
-Eso es verdad. Pero siéntese. Estas
sillas de piedra me las han traído especialmente del cañón del
colorado.
-Dicen que ahora es un lago
impresionante.
-Ya sabes cómo son los yanquis. Todo
lo suyo es lo mejor.
-Pero ya no es así.
-Ni de lejos. Ahora todo se cuece en el
hemisferio sur ¿Quién nos lo iba a decir?
-Es raro todo esto que ha pasado.
-Es raro pero bueno.
-Depende pa quién.
-Todo se ha dado la vuelta. Como si el
mundo fuera una tortilla de patata gigante y nosotros flotáramos en
ella. Por cierto. Se queda a cenar ¿no? Tengo unos cocineros
andaluces que hacen un cochino con papas para chuparse los dedos.
-Bueno. Por ser usted… pero me
gustaría que me hablara un poco más de la situación actual del
mundo.
-El mundo (¿Han notado el deje
melancólico?) esa es un concepto que ya no se puede sintetizar en
los límites en los que antes estábamos acostumbrados. Ahora yo
hablaría más bien de un sistema de balanza ¿sabe? Creo que todo
peso tiene un valor y así tenemos que tomarlo. Personas, animales,
cosas. Pero el peso que tienen en el mundo es relativo. Todo es
oferta y demanda. Si tú me demandas una cosa yo te ofrezco lo que
tengo y al final terminas necesitando lo que quiero.
-Ya veo. O sea que el mundo de hoy
sería como el anticonsumo.
-No, para nada. Se trata de algo más
como conseguir encauzar el sistema comercial actual.
-Vendiendo lo que queremos.
-Justo. Vendiendo lo que tenemos.
-Pero ¿Eso no era lo que hacían los
estados unidos?
-No. Ellos producían y luego lo
encasquetaban cómo fuera. Se trata de ver qué es lo que tenemos y
comenzar a comerciarlo.
-Y ¿Cómo empezó usté?
-Yo empecé con plantas.
-Pero, eso era fácil. Porque después
del cambio climático toda Europa quedó asolada y U.S.A. sumergida.
Está claro que las plantas se iban a convertir en un artículo de
lujo.
-Está claro ahora. Pero en ese momento
nadie sabía nada y yo invertí en algo para que luego la gente
viniera a mí.
-Pero en África...
-Para ellos es todo muy fácil. Sólo
tienen que explotar todo lo que tienen. Mire amigo. Europa no está
muerta, ya está enterrada. Yo sólo comercio con el hemisferio sur.
Es la única manera de seguir a flote en este mundo raro en el que
nos ha tocado vivir.
-No es tan raro. Sólo han cambiado los
dueños.
-Ha cambiado todo. Acaso piensa que la
mentalidad es la misma. Que es lo mismo negociar con los japoneses
que lo que era antes negociar con los alemanes…
-Supongo que no. Y ahora su negocio se
basa en…
-Oxígeno. Vendo el oxígeno que
generan mis plantas, pero no a Europa. Como ya te he dicho aquí no
hay nada que hacer. Hay que adaptarse.
-Pero en el hemisferio sur tienen de
sobra.
-Pero no embotellado. Les sale mucho
mejor comprarlo que esperar a que todas sus plantaciones se
reproduzcan naturalmente. Así, les sueltan el oxígeno como si
regaran y todo crece diez veces más rápido.
-Increíble. Bueno, tengo que despedir
el programa. Gracias por su colaboración.
-¿Quiere ver el bosque?
-Eso sería genial. Unos últimos
planos de su bosque para cerrar el programa de hoy. Y con esto me
despido hasta la semana que viene queridos teleadictos.
“Al
aire nuestro” idea original de José Antonio Maldonado.
Productor
ejecutivo: José Antonio Maldonado.
Director:
José Antonio Maldonado.
Coordinador:
José Antonio Maldonado.
Presentador:
José Antonio Maldonado.
Cámara:
José Antonio Maldonado.
Enmaquetador:
José Antonio Maldonado.
Diseño:
José Antonio Maldonado.
Postproducción:
José Antonio Maldonado.
FIN
No hay comentarios:
Publicar un comentario