domingo, 12 de mayo de 2013

"Los versos satánicos" Salman Rushdie


Hoy os traigo uno de los libros más polémicos de la historia de la literatura, un libro que originó una lucha religiosa, un enfrentamiento entre oriente y occidente, un libro que se ganó grandes admiradores y tremendos adversarios. Ahmed Salman Rushdie, amado por unos y odiado por otros. Voy a comenzar resumiendo un poco su vida y el conflicto que siguió a la publicación de los versos, pero solo como mera situación histórica del libro, porque prefiero centrarme en el análisis de los versos en sí, porque la polémica se ha tratado suficientemente y por lo tanto se puede encontrar numerosa documentación sobre ella y creo que se ha olvidado lo que realmente nos ofreció Rushdie, este gran producto literario. Un elemento artístico muy bien trazado por un gran escritor que domina, como pocos, todos los artificios de su oficio. Rushdie nació en Bombay el 19 de junio de 1947, solo dos meses antes de que la India se independizase del dominio colonial británico, en una acomodada familia musulmana. En su hogar se hablaba tanto inglés, como urdú (lengua de Pakistán e India). Enviado a estudiar al Reino Unido, fue atormentado por sus compañeros por su origen indio y sus escasas dotes deportivas. Consigue la maestría en historia por la Universidad de Cambridge. En 2004 se casó por cuarta vez con la conocida modelo y actriz india Padma Lakshmi, de la cual se divorció en año 2007. Es miembro del PEN Center de Estados Unidos (lo presidió en 2005-2006), asociación de escritores perteneciente a PEN Club Internacional. Su carrera literaria comenzó en 1975 con Grimus, un relato fantástico que no tuvo gran éxito. Su siguiente obra, sin embargo, lo catapultaría a la fama. En 1980, la novela Hijos de la medianoche, una de las obras de ficción en inglés más importantes y conocidas del siglo XX, marcó un hito en la narrativa india en lengua inglesa y le valió el Premio Booker, el galardón literario más prestigioso del Reino Unido, en el año 1981. En 1993, esta obra fue premiada con el llamado Booker of Bookers, premio concedido al mejor de todos los libros galardonados con el Premio Booker en sus primeros 25 años de existencia. Hijos de la medianoche es considerada por muchos como la mejor obra de Rushdie hasta la fecha y una de las grandes obras de la literatura universal. Narra la historia de un niño con poderes paranormales que nace precisamente en la medianoche del 15 de agosto de 1947, en el momento exacto de la independencia de India y Pakistán. El libro provocó una cierta controversia en la India por contener referencias consideradas despectivas hacia la entonces primera ministra Indira Gandhi. Vergüenza (Shame) es una novela en la que refleja la convulsión política en Pakistán, basando sus personajes principales en las figuras de Zulfikar Ali Bhutto y del general Muhammad Zia-ul-Haq. Esta novela incide en el estilo de realismo mágico que caracterizaba a Hijos de la medianoche. En 1987 La sonrisa del jaguar (The Jaguar Smile: A Nicaraguan Journey), un libro de viajes sobre Nicaragua. Un año después, en 1988, apareció su novela Los versos satánicos, En 1990 Harún y el mar de las historias (Haroun and the Sea of Stories), obra alegórica infantil que trata los problemas sociales del subcontinente indio. A esa obra le seguirían el libro de relatos Este, oeste (East, West) en 1994, y las novelas El último suspiro del moro (The Moor's Last Sigh) en 1995, El suelo bajo sus pies (The Ground beneath her Feet) en 1999, y Furia (Fury) en 2001. En 2005 se publicó su octava novela para adultos, Shalimar el Payaso (Shalimar the Clown), a la que seguirían La encantadora de Florencia (The enchantress of Florence) tres años después y, en 2010, la infantil Luka y el fuego de la vida (Luka and the Fire of Life). “Los versos satánicos” Provocó una controversia inmediata en el mundo musulmán debido a la supuesta irreverencia con que se trata la figura del profeta Mahoma. India prohibió el libro el 5 de octubre y Sudáfrica el 24 de noviembre. Al cabo de varias semanas, Pakistán, Arabia Saudita, Egipto, Somalia, Bangladés, Sudán, Malasia, Indonesia y Catar también habían prohibido la novela. El 12 de febrero de 1989, cinco personas fueron abatidas por los disparos de la policía durante una protesta contra el libro en Islamabad. El 14 de febrero de 1989, un edicto religioso, o fatwa, instando a su ejecución fue leído en Radio Teherán por el ayatolá Ruhollah Jomeiní, líder religioso de Irán. El edicto acusaba al libro de "blasfemo contra el Islam". Además, Jomeiní acusó a Rushdie del pecado de "apostasía", el abandono de la fe islámica que según los ahadiz, o tradiciones del profeta, debe castigarse con la muerte e hizo un llamamiento a la ejecución del escritor y los editores que publicaran el libro conociendo sus contenidos. El 24 de febrero, ofreció una recompensa de tres millones de dólares estadounidenses por la muerte de Rushdie. quien pasaría años viviendo escondido bajo protección británica. En los meses siguientes, se produjeron numerosas protestas, incluidas quemas de librerías y protestas frente a embajadas británicas. En 1991, Hitoshi Igarashi, traductor de la obra al japonés, fue asesinado en Tokio, y el traductor italiano fue golpeado y apuñalado en Milán. En 1993, el editor noruego de Rushdie, William Nygaard, tiroteado frente a su casa en Oslo, resultó gravemente herido. 37 personas murieron en un hotel en Sivas, en Turquía, al ser quemadas por manifestantes que protestaban contra Aziz Nesin, traductor de Rushdie al turco. En 1990, Rushdie publicó un ensayo titulado In Good Faith (De buena fe) para tranquilizar a sus críticos y afirmó su respeto por el Islam. A pesar de esto, las autoridades religiosas iraníes no anularon la fatwa y aunque ha hecho más declaraciones públicas defendiendo su libro al tiempo que niega que este insulte al Islam, muchos musulmanes aún consideran válido el edicto contra Rushdie. En 1997, la recompensa fue doblada, y al año siguiente el fiscal general del estado iraní ratificó su apoyo. En 1998, el gobierno iraní se comprometió públicamente a no buscar la ejecución de Rushdie, pero la fatwa, solo podría haber sido revocada por la persona que la emitió, Jomeiní, fallecido en 1989. Por ello, aún hoy en día algunos grupos fundamentalistas consideran que sigue siendo válida independientemente de la postura del gobierno iraní. Y por fin voy a comenzar mi comentario sobre los versos satánicos, en los que a primera vista lo primero que me llama la atención, lejos del conflicto religioso, es la clara crítica de la colonización y la migración entre el antiguo colono y el antiguo colonizado que se producen hoy en día y el racismo que se desata en los antiguos colonos al recibir esos emigrantes. Evidentemente Rushdie se refiere a India e Inglaterra, pero sería interesante extrapolarlo a otros países como España o Francia “Salahuddin empezó a hacer teatro, a ponerse máscaras que aquellos individuos pudieran reconocer, máscaras de rostropálido, máscaras de payaso, hasta que los engañó y los convenció de que él era una persona normal, gente como nosotros. Él los engañó de la forma en la que un ser humano sensible puede convencer a los gorilas para que lo acepten en su familia, para que lo acaricien y lo mimen y le metan plátanos en la boca” esta cita me lleva a otra de las cosas que más me han llamado la atención, la enorme ironía con la que narra la historia, todo en el libro está teñido de ella con ese humor negro. La historia comienza con la explosión de un avión que traslada a los dos protagonistas de la India a Inglaterra, dos actores  que van a encarnar el eterno dualismo del libro, el bien y el mal, el primer y el tercer mundo, el dominado y el dominador enfrentados y obligados a coexistir en eterno conflicto. Gibreel Farishta (el ángel Gabriel) intermediario entre Alá y Mahoma en El Corán. Y Saladin Chamcha representante de Satán llegará a transformarse en un macho cabrío frustrado por no ser oriundo de Inglaterra. La metáfora es clara: la lucha de identidades lleva a la demonización de un personaje que reniega de su origen indio. Si ubicamos el hecho en un contexto socio-histórico más amplio, factores como colonización, inmigración y desculturización adquieren total relevancia. Esto muestra la base de la exploración que hace Rushdie del tema de la identidad a través de la trama que va mezclando la historia narrada en El Corán, con la de los personajes y sus sueños. Los sueños son muy importantes en el libro en un nuevo dualismo entre realidad y ficción. A través de los cuales va tejiendo redes complejas de metáforas y alegorías que tienen el propósito de unificar lo que aparenta ser caótico. Todo hombre puede ser bueno y malo, víctima y criminal, creador y destructor. Esto mismo se proyecta con dudas y desafíos dirigidos a la esencia más inmaterial del ser humano: la idea de Dios. Creo que es importante explicar el origen del título, los “versos satánicos” según algunos sectores de la tradición musulmana, Los versos satánicos islámicos originalmente formaron parte del contenido legítimo de El Corán durante años. Se dice que el profeta Mahoma, a través de los dictados sagrados del ángel Gabriel, realizó la inclusión en el texto de tres deidades femeninas paganas, las que, de hecho, fueron consideradas hijas de Dios. Más tarde el ángel negó haber dictado esos versos y el profeta se retractó públicamente. Después de la retractación, a esos versos se les atribuyó la calidad de satánicos. Cuatro de los nueve laberínticos capítulos están conformados por la narración de los diversos trances oníricos de Gibreel Farishta. Estos sueños representan una alegoría que ubica al actor indio en el campo de batalla de la génesis islámica: el ángel Gabriel afectado por la constante necesidad del Profeta Mahoma de recibir revelaciones que alivien las presiones psicológicas originadas por las demandas del islam y de sus compatriotas paganos. Pone en evidencia una analogía entre esto último y las presiones psicológicas de un inmigrante atrapado entre su infancia islámica y su vida adulta en Inglaterra. Estos dos asuntos son abordados en el segundo conjunto de capítulos. Es obvio que Rushdie se basa en sus propias experiencias como inmigrante. Seres odiados por un país que los desprecia y que se ven obligados a buscar su propio modelo en un mundo que no es el suyo ni pueden implantar sus propias creencias, carentes de identidad, por tanto, se sienten intrusos al ser tratados como tales. Estas nuevas normas les lleva a crear un país dentro del país de acogida, y eso es justamente lo que hace Rushdie creando un Londres que rechaza su realidad de país colonizador e invierte los términos mostrándolo como una tierra exótica con extrañas costumbres como lavarse y limpiarse  solo con papel y se comen el pescado con espinas y todo “Inglaterra era un pescado ahumado de sabor peculiar, lleno de púas y espinas, y nadie le diría nunca cómo se comía.” Un medio hostil para el inmigrante que no entiende al país en el que vive y que a su vez lo rechaza y Rushdie les recuerda que ellos también fueron colonia romana y normanda. En este escenario solo se pueden dar personajes que pierden su identidad como el personaje de Rosa Diamond una inglesa que quiere ser sudamericana. En un país donde se diferencia quién es inglés y quién no por el color de su piel y su identidad. Ingleses golpeando a ingleses en una clara xenofobia como la escena en la que los policías apalean casi hasta la muerte a Chamcha. Y es que estamos en la Inglaterra de Thatcher, y curiosamente el mismo Rushdie viviría la paradoja de ser protegido por un gobierno que incrementaba las medidas antimigratorias y que llegarían a afirmar tras el conflicto que ellos tampoco estaban de acuerdo con lo que se defendía en el libro pero que la libertad de expresión estaba por encima de todo. Y eso es algo muy importante en lo que concierne a este libro. Yo puedo entender el enfado del mundo musulmán por las duras críticas e incluso la ridiculización que se hace aquí de su religión pero que sobre todo, lo que siempre debe primar es la libertad de cada uno para pensar y decir lo que quiera porque sino estamos perdidos. Y ahora puedo llegar a destejer el conflicto que llevó a enfadar a la comunidad musulmana contra el libro, lo primero es el título, que ya he explicado anteriormente, con la historia de Salman Farsi, escriba de Mahoma que no sabía escribir, y se dedicó a introducir cambios en el texto para ver si el profeta se daba cuenta de ello. Cómo vio que no era así, cada vez fue cambiando más el texto hasta llegar a producir los versos satánicos, cuando Mahoma se dio cuenta se enfadó mucho con el escriba. Otro de los temas fundamentales en el conflicto del libro con los fundamentalistas musulmanes fue el uso del nombre Mahound, ya que era así como los cristianos designaban al profeta de forma despectiva, pero como el propio escritor ha explicado, Mahound solo aparece en los sueños de Chamcha y por lo tanto no pertenece a la realidad. Hay que recordar que los musulmanes prohíben la representación de su dios a lo que Rushdie recuerda que Mahoma nunca se presentó como un dios sino que solo era el medio por el que dios se servía para comunicar su religión. De todas formas si que me parece un poco ofensivo el planteamiento de mostrar a Mahoma como un pobre tonto predicando en el desierto una religión monoteísta mientras todos a su alrededor se ríen de él y lo tratan de loco. No niego que algo así pudo suceder, también en el cristianismo se vivió algo parecido. También llama a Abraham bastardo por enviar a su concubina y su hijo a vagar por el desierto. La escena del burdel es especialmente hiriente al poner los nombres de las prostitutas los de las mujeres de Mahoma pero en cuanto al sujeto artístico en si debo reconocer que es de absoluta perfección por la ironía con la que trama toda la historia, al ser encerrado en allí un poeta que había escrito en contra de la religión musulmana y que se convierte en el marido de todas ellas, es decir, en el propio Mahoma, que al final será asesinado. Pero en una última filigrana de Rushdie, antes de morir grita: “Prostitutas y escritores, Mahound. Somos la gente a la que no puedes perdonar”. A lo que Mahound responde, “Escritores y prostitutas, no encuentro la diferencia” la conexión entre prostitutas y escritores es un comentario sobre la forma en la que Jomeini y otros fundamentalistas trataban a los escritores e intelectuales. La gente está cautiva en la realidad caótica de las batallas políticas y deja de lado las verdaderas causas de su sufrimiento: las realidades sociales. Justo como Rushdie describe a los dueños y algunos parroquianos del café de Brickall Street. En síntesis, esa ira musulmana podría ser motivo de reflexión a partir de una crítica feminista hecha por Rushdie en contra del machismo y la misoginia de algunos sectores musulmanes. Una de las historias más interesantes del libro es la de Ayesha, la esposa más joven de Mahoma, que en el libro no tiene una visión doble como todos los personajes sino que en su caso es triple. Una es la de la prostituta del burdel, otra la de la niña epiléptica que come mariposas y guiará a su pueblo en una peregrinación demencial y la de esposa del profeta. Para mí la de mayor interés es la de la niña porque en ella se refleja todo el sinsentido del radicalismo religioso llevando a la muerte segura a una pobre gente que confiaba en ella. En resumen, los versos es un libro difícil de leer, duro, a veces, a veces también caótico y con grandes dosis de humor, una complejidad que representa fielmente la realidad de la vida, que no tiene una sola cara, sino que como un poliedro nos muestra diferentes imágenes de un mismo hecho. Y eso es lo realmente grandioso de Rushdie, no hay un solo punto de vista, no hay una sola realidad, sino que existen tantas realidades como seres humanos y que mientras no seamos capaces de convivir todos, respetando a los demás, nunca podremos vivir en paz. Las guerras y los odios nos seguirán carcomiendo como hasta ahora y el hombre nunca será capaz de progresar. Ese es el verdadero mensaje de Rushdie, dudar de todo, dudar de vosotros mismos, de vuestros pensamientos, de lo que veis y creéis, plantearos la realidad a cada paso, porque así lograréis comprender un poco más la vida. “Los niños jugaban en el jardín de sus dudas, entre nubes de mosquitos, rosales y desesperación” la duda como una condición inherente al hombre. Y un mensaje de lucha “El hombre que decide cambiarse a sí mismo asume el papel del creador, según una cierta manera de ver las cosas; es antinatural, es blasfemo, abominación de abominaciones.” Pero a parte de la filosofía que Rushdie quiere trasmitirnos, quiero que quede constancia de la gran obra que nos dejó y de la belleza poética que impregna toda la obra. “Por la ventana salediza goteaba el agua con regularidad. Fuera, en la ciudad traidora, empezaba el deshielo, dando a las calles la engañosa consistencia del cartón mojado. Lentas masas de blancura se deslizaban por tejados inclinados de pizarra gris. Los neumáticos de las camionetas de reparto ondulaban la nieve a medio derretir.” 

2 comentarios:

g l o r i a dijo...

ahora si tengo que leerlo!!!! impresiona!

Unknown dijo...

Satanicos no son los versos, el anticristo es satanico, detras de esas banderas negras de los salafistas se oculta el anticristo:
Ahmad Sirhindi